He vuelto. Ya estoy aquí. Sí, sí, soy yo, la desaparecida durante una semana y media, ¿me recordáis? XD
Bueno, tras dos semanas de exámenes y la cabeza llena de fórmulas, vuelvo a tener un poco de tiempo para continuar con la historia de Aelithia.
Sí, sí, esto es Estrellas gemelas y aquí está para vosotros.
Una chica corría por el bosque.
Corría bajo la tormenta, con el viento en contra y los pies chapoteando en los charcos.
No sabía dónde se encontraba pero seguía corriendo hacia adelante, hacia las dos fuentes de magia que se encontraban en algún punto por delante de ella.
Las ramas le desgarraban la capa y le arañaba los brazos y la cara, las piedras en el suelo herían sus pies descalzos y las raíces de los árboles estaban decididas a hacerla tropezar.
Pero, en vez de baja el ritmo, la chica aceleraba.
Los sentía cada vez más cerca. No quería darse la vuelta para ver la distancia a la que estaban sus perseguidores, no quería perder la esperanza de encontrar ayuda y de poder escapar.
La chica pisó una raíz embarrada y resbaló, cayendo al suelo.
Tenía que levantarse, no podía dejar que la atraparan, no cuando podía ver la salida del bosque y una pequeña casa a escasos metros de ella.
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