Y, tras mucho tiempo en la isla, al fin Aelithia se decide a salir de viaje. Dentro de poco comenzará el viaje y la parte más larga de la historia.
Espero que cuando lo comience a escribir no me quede ni demasiado largo ni demasiado corto.
Espero que os siga gustando la historia.
Mientras Astaria daba vueltas a las palabras de Lie intentando averiguar a qué se refería, ésta comenzó a untar el ungüento en el estómago de Aelithia.
- Ya está. – Dijo tras terminar de ponerle unas hierbas. – Ahora estate quietecita un rato.
- ¡¡Sí!! – Respondió Aelithia como si fuera una niña pequeña haciendo caso a su madre. – Aunque no me apetece nada estar sentada sin hacer nada.
La cara de Aelithia cambió, su expresión se hizo más seria.
- Quiero mejorar. – Dijo mirando fijamente a Lie. – Si quiero regresar y ayudar a mi hermana desde la sombra necesito más fuerza.
- ¿Estás decidida a ello? – Preguntó Lie con voz seria. – Sabes que no eres bienvenida allí.
- Lo sé, por eso ayudaré desde la sombra. Me pega, ¿no? – Añadió con una sonrisa.
Lie suspiró.
- Si no hay nada que hacer… Porque no puedo detenerte, ¿cierto?
- Exacto. – Respondió con una gran sonrisa. – Por mucho que me repudien, sigue siendo mi hogar y Sophiria siempre será mi querida hermana.
- Bien. Al menos quédate hasta que te organices el viaje. – Dijo Lie guardando el ungüento y sentándose en una silla cercana a Astaria.
Astaria no entendía lo que había pasado. Cada vez estaba más confusa.
- Astaria, ¿no? – Dijo Aelithia devolviéndola a la realidad. - ¿Nos puedes contar porqué te perseguían? Los mercenarios dijeron que atacaste al hijo de un noble, pero Reik piensa que esa familia exagera todo.
- Si que es cierto que me acerqué a ese niño, pero no tenía la intención de hacerle daño. – explicó Astaria. – Su madre lo malinterpretó.
- ¿Lo malinterpretó? – Preguntó Lie.
- Sí. Mi nombre es Astaria L’Erien, mi padre es el cabeza de familia del clan L’Erien y mi hermano el sucesor. – Dijo orgullosa. – Nuestro clan tiene la habilidad de manipular la energía, y la rama principal tiene la capacidad de sentir la energía negativa y redirigirla.
- ¿Energía negativa? – Preguntó Aelithia.
- Sí, cuando alguien tiene malas intenciones genera energía negativa. – Explicó Astaria. – Y esa energía se dirige hacia las personas que se verán implicadas.
- Ese niño estaba en peligro y por eso lo ayudaste, ¿cierto? – Resumió Aelithia.
- Pero el clan L’Erien es conocido por absorber la energía de sus oponentes y la madre del niño pensó que estabas atacándolo. – Dijo Lie.
- ¿Conoces a mi clan? – Preguntó Astaria sorprendida. – Bueno, es cierto, tenemos mala fama. No es raro que nos conozcas, como la madre de ese niño.
Astaria bajó la mirada con un gesto triste en su rostro.
- En resumen… - Dijo Aelithia. – sólo ayudaste al niño, no hiciste nada malo. Nosotras te creemos.
Astaria levantó la mirada hacia la chica que le sonreía.
- Sois muy raras. – Dijo con una sonrisa asomándole en los labios.
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Bonitos números los del contador de visitas.
ResponderEliminarGracias ^^ Quería cambiar el contador y ese me gustaba
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