Est vez toca un trocito corto en el que Astaria entiende cada vez menos a las otras dos chicas.
- ¡Ya estoy en casa! – Exclamó Aelithia.
Lie y Astaria se giraron hacia la puerta mientras Nailth corría hacia Aelithia y saltaba hacia ella.
- ¡Auch! – Exclamó Aelithia, cayendo al suelo, cuando Nailth le golpeó el estómago.
Nailth se separó de Aelithia con sorpresa y preocupación en los ojos.
- ¿Qué te ha pasado? – Preguntó Lie corriendo hacia Aelithia. – ¡Déjame ver!
Rápidamente le subió la camiseta para verle el estómago.
- ¡¿Pero qué es esto?! – Exclamó al ver un gran morado con la forma de una suela. - ¿Te han dado una patada?
- Si. – Respondió Aelithia. – Ni la vi venir.
- ¿Entonces siguen detrás de mí? – Preguntó Astaria asustada.
- No, tranquila, se han ido. – Respondió Aelithia sonriendo. – Ya no te perseguirán, han dejado el encargo.
Astaria estaba desconcertada, ¿Quiénes eran aquellas chicas? Los mercenarios que la habían perseguido eran conocidos por ser fuertes y esas dos chicas los habían dejado fuera de juego en poco tiempo.
- ¿Cómo los habéis vencido tan fácilmente? – Preguntó.
Aelithia y Lie la miraron como a quien pregunta lo obvio.
- ¿Cómo puedes mantenerte consciente con ese golpe? – Añadió al ver el estómago morado de Aelithia.
- ¿Esto? – Preguntó Aelithia señalándose el golpe con el dedo. – No es nada.
- ¡¡ ¿Nada?!! Una persona normal se habría desmayado del golpe.
Aelithia y Lie soltaron una carcajada.
- Te lo dije antes, Astaria. – Dijo Lie mientras buscaba un ungüento y unas hierbas en los cajones. – Ninguna de nosotras es “normal”.
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¿Queeeé? ¿Cambio de nombre? Nos has pillado de sorpresa.
ResponderEliminarEspero que yo pueda seguir llamándote .... bueno, no lo digo.
Puedes llamarme como quueras, el cambio de nombre es simplemente porque me gusta más que el anterior, que ya tiene años.
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