Como he tardado tanto en volver por aquí os dejo también un capítulo más de Camino sin retorno.
Otro fragmento con un final intrigante.
El campo de batalla era tal y como Sayako lo había definido, un mar de sangre.
La sangre aliada y enemiga bañaba todo el suelo y volvía la tierra rojiza.
Aquello era un infierno.
Pero aun así el ejército blanco luchaba siguiendo un pequeño destello de esperanza, aferrándose a él.
Ya habían caído cuatro de los reyes oscuros y el quinto estaba luchando contra Riku y Sayako.
El final de la lucha se acercaba, para bien o para mal.
Riku y Sayako se encontraban frente al quinto rey.
Estaban solos, así lo habían querido.
El montículo sobre el que se encontraban estaba alejado del campo de batalla en el que se hallaban los dos ejércitos.
Ellos lo miraban a él y él los miraba a ellos, todos calculando el poder del contrincante, pensando en cómo comenzar la pelea…
- Bien hecho por llegar hasta aquí. – Comenzó el rey. – Estaba deseando veros.
- ¿Por qué? – Preguntó Riku irritado. - ¿Tú también tienes algo en contra de Sayako?
- De la muchacha no. Pero sí del colgante que lleva al cuello.
- ¿Este colgante? – preguntó cogiendo el último regalo de su padre.
- Sí, el sello del Apocalipsis.
- ¿¡Cómo?! – Exclamaron a la vez Sayako y Riku.
- Sí, ¿no lo sabíais? Qué bien escondió el secreto, no pensé que no le dijeras nada a tu hija, bueno, siempre fuiste así, ¿no? No querías ponerla en peligro. Pero la has metido en una guerra que no entiende.
- ¿Cómo?
- ¿Qué es lo que sabes sobre mi padre? ¿Y cómo?
- Bueno, supongo que tendría que saber algo sobre mi hermano.
- ¿Hermano?
- Sí, pequeña, tu padre era el sexto rey oscuro y el guardián del sello del Apocalipsis. Pero se dejó engañar por una mujer y huyó con ella y el colgante que llevas puesto.
- ¡No es verdad! – Gritó Sayako cayendo al suelo.
- Pues lo es, pequeña. Ahora dame el colgante, tiene demasiado poder para ti.
- ¡¡No!! – Gritó al ver que el rey se acercaba a ella.
- Alto. – Dijo Riku al ponerse entre el rey y la chica. – No dejaré que le pongas ni un dedo encima.
- Bien, muchacho, impídemelo si puedes.
Sayako se sentía impotente, apenas le quedaba fuerza mágica y tras el shock no podía ni moverse, sólo podía mirar la terrible batalla que tenía lugar frente a ella.
Riku, no sin esfuerzo, conseguía hacer retroceder al rey, pero como pago recibía infinidad de cortes.
- No… Riku… - Era lo único que podía decir.
Poco a poco Riku comenzó a herir al rey hasta que, finalmente, pudo asestarle un golpe mortal.
Riku, viendo a su enemigo sin fuerzas, manchado de sangre y una gran herida, se giró hacia Sayako, que lo último que pudo ver fue al rey sacar un pequeño cuchillo y lanzarlo contra Riku.
- ¡¡¡No!!!
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Más suspense.
ResponderEliminarLa continuación ya está escrita... pero me estoy pensando si poner el siguiente capítulo entero o dividirlo en dos. Ya veré.
ResponderEliminarHazlo como el original, que estaba chulisimo^^
ResponderEliminarTe quero. Chu
Hacerlo lo voy a hacer como el original, lo que pasa es que no es lo mismo leerlo por partes que leerlo todo seguido ¬¬
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