Había un
gran bullicio en los alrededores del puerto.
Era
mitad mañana y la gente de la pequeña ciudad daba vueltas por los alrededores
del pueblo.
Los
pescadores vendían una gran variedad de pescado fresco y marisco y diversos
agricultores ofrecían frutas y verduras en sus puestos, un poco más alejados
del puerto.
Herreros,
artesanos, carniceros y panaderos atendían a sus clientes en sus establecimientos,
situados en las calles que llevaban al puerto.
Entre toda
aquella gente se movía un muchacho. Avanzaba sin prestar atención al sonido de
los martillazos de los herreros, el delicioso olor del pan y los bollos, del
jaleo de los compradores y de las voces de los mercaderes que anunciaban su
mercancía.
El
muchacho, con el pelo de un color casi dorado, avanzaba entre la muchedumbre
esquivando a la gente sin disminuir la velocidad.
Sabía exactamente
a dónde se dirigía.
***
En una playa
cercana al puerto, una muchacha observaba el mar.
Estaba
sentada en una roca, rodeada de agua, y observaba las pequeñas olas que se
formaban en el mar.
La brisa
marina agitaba su pelo anaranjado, pero ella seguía mirando hacia las profundidades
del mar, como esperando que algo sucediera.
-
Vuestro padre os está buscando. – Dijo una voz detrás de ella.
La chica
se giró y miró a los inconfundibles ojos de color azul oscuro, casi morado, del
muchacho.
- Ya
voy, ya voy. – Respondió la muchacha girándose para mirar una vez más hacia el
mar.
- Ya
habéis esperado muchos años, - dijo el muchacho. – La señora no va a volver del
mar, Leira.
Leira
se puso en pie, saltó al agua poco profunda, sintiendo el agua fresca en sus
pies y sus tobillos, y corrió hacia la arena.
Se
detuvo al llegar hasta el muchacho rubio.
-
Volverá, estoy segura. – Dijo sin mirarlo y continuó corriendo hacia su casa.
¿Que Nisela se puso en pie?
ResponderEliminarPorras..... Creía que los había cambiado todos...
ResponderEliminarHe escrito 3 fragmentos llamando Nisela a Leira... hasta que he nombrado a Nisela y me dí cuenta del fallo... Alguna se me tenía que pasar.
Arreglado.
Es lo que pasa cuando crecen de golpe, no te acostumbras a que la niña actúe más mayor xDDD
ResponderEliminarPobre Leira, ha tenido que crecer sin la compañía de su madre. Sniff
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