Feliz Navidad a todos (o lo que queda de ella)
Tras un tiempo sin conexión a internet he vuelto y mi inspiración me acompaña de nuevo.
Serian consiguió esquivar el ataque de Nailth dando un paso hacia atrás y poniendo una de sus espadas de fuego entre él y el lobo.
Un olor a piel quemada inundó el fresco aire del ocaso.
Aelithia gritó de dolor.
Tenía que terminar pronto aunque eso fuera quitarle parte de la satisfacción a la venganza.
- Parece ser cierto que espíritu guardián y maestro tienen un fuerte vínculo tanto mental como físico. – Observó Serian con media sonrisa en la cara. – Esto debe ser una señal de los cielos, acabar con dos asesinos al mismo tiempo.
Aelithia miró a Serian sin entender lo que quería decir pero sin dejar de recitar el hechizo de sanación que poco a poco borraba la quemadura de la piel y el pelaje del pequeño lobo.
-¿Cómo? – Preguntó Alekian también por la niña.
- Ese lobo que ahora es tu guardián fue un asesino, los mató…¡¡La mató!! – Serian parecía haberse vuelto loco.
Sin previo aviso y con un solo movimiento de la mano lanzó las espadas del fuego contra el lobo y su maestra.
Sin dudarlo Alekian se puso en la trayectoria de las espadas invocando un muro de tierra.
- Así que la seguirás defendiendo… ¡Entonces no me detendré! – La cordura de Serian se esfumó junto con las espadas de fuego que se habían clavado en el muro.
Abrió los brazos y comenzó a invocar más espadas de fuego.
De pronto se detuvo.
Serian empezaba a notar la falta de sangre, la herida de la cara que le había hecho el rey seguía abierta y sangrando.
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... Creo que este fragmento no es muy adecuado para desear felices navidades...
ResponderEliminarPero la historia tiene que seguir. XD
Me ahorras el comentario.
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