Estrellas gemelas 19

Estoy de vuelta, aunque no parece que se me haya echado de menos, esto está muy solitario… Así que, porfa, comentad, criticad, opinad, etc... Animadme un poco para que siga escribiendo y no me pase semanas sin subir nada.

Nailth gruñó.

-¿Qué pasa? – Preguntó Alekian dándose la vuelta para mirar hacia donde Nailth observaba las sombras.- Serian.

Entre las sombras de los árboles cercanos al muro del palacio apareció Serian aún con las espadas de fuego a su alrededor.

Alekian se puso entre la pequeña princesa y el hombre que la amenazaba.

- ¿Por qué os empeñáis en proteger a ese monstruo? – Preguntó Serian como si le preguntara a un niño por qué intenta hacer algo inútil.

- ¿Por qué te empeñas tú en matarla?

- Por lo mismo por lo que se extermina una plaga, porque es un peligro. – Respondió Serian.

- ¿Consideras al pueblo oscuro una plaga? – Preguntó Alekian.

- No son de este mundo, no pertenecen al equilibrio que creó nuestra Diosa, obtienen su poder de la noche y de otro Dios, son unas bestias y por mucho que les des tu confianza solo te pagan volviéndose en tu contra cuando menos te lo esperas. – En la voz de Serian se notaban el dolor y el odio que sentía.

Tras los matorrales Nirel bajó la mirada dolorida.

Solo una pared de rosales separaba el claro donde Aelithia y Alekian se enfrentaban a Serian de la fuente en la que estaban sentados Sophiria y Nirel.

Podían escuchar la conversación claramente.

- ¿Está hablando del niño al que acogisteis? – Le preguntó Sophiria a Nirel.

- Sí…

- Pequeña, deja de resistirte y de crear víctimas. – Dijo Serian. – Deja de esconderte y piensa en el bien del pueblo, si te sacrificas perdonaré la vida de todos los que intentan protegerte.

- ¿Víctimas? – A pesar de estar separadas las dos princesas hablaron a la vez. - ¿Quién…?

Sophiria se levantó de golpe y corrió hacia donde estaba Serian.

Nirel corrió detrás de ella y la detuvo poco antes de llegar al hueco en los rosales que hacía de puerta.

Se detuvieron bajo el arco de rosas blancas y rosas.

- Será mejor que nos quedemos aquí. – Dijo Nirel en susurros intentando convencer a Sophiria para que se quedara en un lugar seguro.

- Pero…- Replicó ella. – Está bien…

Ambos se quedaron mirando desde cierta distancia.

- ¿De qué víctimas hablas? – Preguntó Aelithia con miedo de saberlo.

- Huyendo para salvar tu vida has sacrificado la de dos personas importantes para el reino.

- ¡¡Tú!! ¿Has…? – Gritó Alekian al darse cuenta de quién hablaba Serian. -¿Cómo has podido?

- Pequeño monstruo, en tu inútil resistencia has matado a tus padres. – Serian hablaba con odio, culpando a Aelithia.

Sophiria cayó al suelo, no se podía mantener en pie. ¿Sus padres estaban muertos? Miró a su hermana, ¿realmente era su culpa?

Alekian se lanzó contra Serian desenvainando la espada.

Serian paró la estocada.

Nirel se agachó al lado de Sophiria intentando confortarla.

- ¿Tú también quieres convertirte en un sacrificio inútil? – Le dijo Serian a Alekian dándole la oportunidad de apartarse de su camino.

- No voy a ser ni un sacrificio ni una muerte más en tu venganza sin sentido. – Respondió Alekian.

Aelithia era incapaz de moverse. No podía creer que sus padres estuvieran muertos, que aquello fuera su culpa, que todo sucediera porque ella tuviera el poder de la noche.

- Dime, ¿qué piensas hacer? –Le preguntó Serian.

Todas las miradas se dirigieron hacia Aelithia.

- Yo…

Se oyó un gruñido y una niebla oscura se empezó a formar entorno a Nailth.

Nirel miró al lobo y éste le devolvió la mirada mientras se preparaba para atacar a Serian.

Uno de los ojos dorados de Nailth cambió de color. nailth tenía un ojo dorado y el otro de un azul claro como el hielo.

- ¿Nailth? – Preguntó Nirel con la mirada fija en el cachorro.

Nailth, cubierto de oscuridad, saltó contra Serian.

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