Como mi inspiración sigue perdida entre fórmulas químicas y de física, en algún campo magnético, un prisma de presiones, un yeso o un hórmigón, os dejo otro capítulo de Camino sin retorno.
Sé que los nombres no están muy currados, los tuve que ir poniendo sobre la marcha, y que la trama está ya muy vista, luz contra oscuridad, así que criticad si queréis, yo también tuve ganas de cambiar partes mientras la pasaba al Word. Pero bueno, decidí subirla tal cual, que si no la cambiaba casi entera y eso ya lo haré cuando escriba la versión completa.
No os olvidéis de comentar. Ah, se me olvidaba, esta historia no tiene lugar en Atharan a pesar de que cuando la escribí ya estaba creado (y dibujado).
Tan solo quedaban tres días para la batalla y los soldados del ejército blanco no paraban en ningún momento.
Desde un banco de piedra en uno de los lados del patio Sayako observaba a los soldaos entrar y salir, cargar armas y darse instrucciones para terminar todos los preparativos a tiempo.
Hacía ya dos semanas que Riku y ella habían llegado al castillo junto con el resto de los mercenarios de Kram.
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lunes, 20 de diciembre de 2010
viernes, 17 de diciembre de 2010
Camino sin retorno - Capítulo 1 "El fin"
Camino sin retorno es una historia corta que hice para un trabajo de lengua hace dos años. El trabajo consistía en escribir una historia en la que el esquema de la narración no fuera introducción - nudo - desenlace por lo que opté por empezar por el final.
Pensando en cómo debía narrar una historia para que no se desvelara el final en el primer capítulo acabé creando (con bastante improvisación a la hora de escribirla) esta historia.
Conta de seis capítulos cortos con saltos temporales entre unos y otros para acelerar la narración. Pero tengo la intención de retomarla algún día y escribir la versión completa para responder a algunas preguntas que se van planteando.
Espero que os guste.
¿Por qué todo acababa así?
Los dos querían volver a casa después de la batalla.
Ella a su tiendecita de remedios, pociones y perfumes, él a las ruinas del pueblo, de las que le habría gustado conocer al menos un poco de su historia oculta.
Pero no podrían volver, no los dos juntos.
Pensando en cómo debía narrar una historia para que no se desvelara el final en el primer capítulo acabé creando (con bastante improvisación a la hora de escribirla) esta historia.
Conta de seis capítulos cortos con saltos temporales entre unos y otros para acelerar la narración. Pero tengo la intención de retomarla algún día y escribir la versión completa para responder a algunas preguntas que se van planteando.
Espero que os guste.
¿Por qué todo acababa así?
Los dos querían volver a casa después de la batalla.
Ella a su tiendecita de remedios, pociones y perfumes, él a las ruinas del pueblo, de las que le habría gustado conocer al menos un poco de su historia oculta.
Pero no podrían volver, no los dos juntos.
viernes, 10 de diciembre de 2010
Estrellas gemelas 19
Estoy de vuelta, aunque no parece que se me haya echado de menos, esto está muy solitario… Así que, porfa, comentad, criticad, opinad, etc... Animadme un poco para que siga escribiendo y no me pase semanas sin subir nada.
Nailth gruñó.
-¿Qué pasa? – Preguntó Alekian dándose la vuelta para mirar hacia donde Nailth observaba las sombras.- Serian.
Entre las sombras de los árboles cercanos al muro del palacio apareció Serian aún con las espadas de fuego a su alrededor.
Alekian se puso entre la pequeña princesa y el hombre que la amenazaba.
Nailth gruñó.
-¿Qué pasa? – Preguntó Alekian dándose la vuelta para mirar hacia donde Nailth observaba las sombras.- Serian.
Entre las sombras de los árboles cercanos al muro del palacio apareció Serian aún con las espadas de fuego a su alrededor.
Alekian se puso entre la pequeña princesa y el hombre que la amenazaba.
viernes, 3 de diciembre de 2010
Estrellas gemelas 18
¿Se ha hecho larga la espera? Pues aquí tenéis un fragmento más de esta historia. ¿Os hago esperar demasiado? (risa malvada) Pongo en el blog una encuesta de popularidad de personajes, no olvidéis votar.
Serian sonreía, ahora nadie se interpondría entre él y la muerte de la princesa.
Andaba tranquilo, no iba a apresurarse. Disfrutaría de la muerte de aquél monstruo con tranquilidad y, ¿para qué estresarse?, sabía perfectamente dónde encontrar a la pequeña.
Estaba anocheciendo y, como cualquier ser de la oscuridad, la niña estaría bajo el oscuro manto de la noche a la que servía.
Serian estaba en lo cierto, Aelithia y Alekian habían corrido hacia el jardín.
Serian sonreía, ahora nadie se interpondría entre él y la muerte de la princesa.
Andaba tranquilo, no iba a apresurarse. Disfrutaría de la muerte de aquél monstruo con tranquilidad y, ¿para qué estresarse?, sabía perfectamente dónde encontrar a la pequeña.
Estaba anocheciendo y, como cualquier ser de la oscuridad, la niña estaría bajo el oscuro manto de la noche a la que servía.
Serian estaba en lo cierto, Aelithia y Alekian habían corrido hacia el jardín.
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