¡Sigo viva! Sé que he tardado mucho en reaparecer por aquí y que puede que muchos no recordéis lo que estaba pasando, pero aquí estoy de nuevo y vengo con un fragmento un poco más largo de Estrellas Gemelas. Sé que puede resultar un poco aburrido, pero leedlo, así es la política.
Sophiria
entró en la sala del consejo y se dirigió hacia su asiento.
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Buenas tardes, señores, señora. – Saludó y se sentó.
Los
cuatro hombres y la mujer del consejo se sentaron mientras Nirel se colocaba de
pie tras Sophiria.
El
consejo se había formado poco después de la muerte de los reyes con el objetivo
de ayudar a la pequeña princesa a manejar los asuntos de los que se tenía que
encargar el monarca del reino.
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Supongo que sabéis el porqué de esta reunión. – Comenzó la princesa. – Vamos a
debatir sobre el tratado de paz con el pueblo oscuro.
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Princesa, ¿puedo comenzar? – Preguntó un hombre de pelo castaño, con una abundante
barba que vestía ropajes de alta calidad.
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Adelante, Loiren. – Respondió la princesa sentándose.
El
hombre se levantó. Era alto, fuerte, con porte de noble y de aspecto severo.
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Gracias, princesa. – Le dijo a la princesa, inclinando levemente la cabeza.
Miró al resto del consejo y comenzó a hablar. – Como representante de la
nobleza he hablado con las distintas familias nobles, pidiendo su opinión al
respecto.
“Hay
quienes se oponen por completo y quienes están a favor, pero hay muchos que aún
no han decidido. Tienen dudas respecto a lo que podría significar firmar la paz
con el pueblo oscuro. Como todos sabéis, muchos de los sirvientes de las
familias nobles son del pueblo oscuro. Los nobles se preguntan qué se hará con
respecto a dichos sirvientes.”
Sophiria
respondió de inmediato, sabía que en algún momento de la reunión se hablaría
del tema de los sirvientes.
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Los miembros del pueblo oscuro dejarán de ser sirvientes en este reino, se les
tratará como al resto de habitantes. Es decir, dejarán de ser esclavos y
tendrán los mismos derechos que el resto. Deberán recibir un salario,
alojamiento y comida de forma similar al resto de los sirvientes, y, si lo
desean, podrán dejar de trabajar para el noble al que sirven.
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Ya hay varios miembros del pueblo oscuro que son tratados así, por lo que para
algunos no significará mucho cambio. – Concluyó Loiren. – Pero podemos llegar a
tener problemas con algunas familias. Esos sirvientes que ahora no reciben
salario y que no tienen derecho a quejarse dejarán de ser económicos y
manejables.
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Esas familias estarán en contra, princesa. – Resumió Nirel desde detrás de la
princesa.
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Lo sé, Nirel. Podrían intentar revelarse. – Dijo Sophiria pensativa.
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El poder militar que unas cuantas familias nobles pueden reunir no se puede
comparar al que posee el palacio. – Interrumpió Serian. – No se atreverán a
enfrentaros, princesa.
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Soy consciente de ello, pero las enseñanzas de mi padre sobre cómo gobernar un
reino no consistían en someter al pueblo por la fuerza. Intentaremos
convencerlos sin respaldarnos en el poder militar.
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De acuerdo, princesa. – Respondió Serian recuperando la cara seria que tenía
antes de intervenir.
Desde
que se convirtió en el capitán de la guardia y el ejército del reino, había
participado en pocas batallas. Tenía ganas de entrar en combate con alguien más
que con sus soldados en un entrenamiento.
¡Hola! Tengo que ponerme al día, pero tu blog tiene buena pinta :D
ResponderEliminarPor cierto, soy ése de la primera fila del concierto de Haru Chan que se lo pasó tan bien que se vino arriba y se puso a pedir tuentis y twitters... te sigo por la segunda red social, pero por la primera no sé qué perfil elegir! ¿Me lo podrías decir por privado de Twitter? ^^
¡Un saludo!