Y la historia sigue. Esta vez es un poco más largo, me he emocionado al escribir y no podía parara.
Es dificil narrar un combate pero intentaré que quede bien explicado, espero que os guste.
Las raíces de los árboles comenzaron a salir del suelo, acercándose al grupo de mercenarios, la fuerte lluvia que caía se convertía en granizo sobre ellos y el fuerte viento impedía que avanzaran hacia Aelithia.
- ¡Domina tres magias! – Exclamó uno de los mercenarios mientras cortaba las raíces que intentaban atraparle.
- ¿Tres? Te equivocas. – Dijo Aelithia con una sonrisa. - ¿Qué puedo hacer con esto?
Mientras seguía sonriendo, Aelithia creó una esfera de fuego.
- ¿Lanzarla? – Hizo la esfera más grande. - ¿Acabo con vosotros u os dejo huir?
Un rayo se dirigió a ella.
Aelithia alzó una mano y con la otra lanzó la bola de fuego.
El rayo impactó en la mano de Aelithia y desapareció mientras un muro de agua detenía la bola de fuego y la apagaba.
- Eres fuerte. – Reconoció Aelithia.
- Tu también. – Respondió el líder de los mercenarios. - ¡Vosotros! Yo me encargo de la chica, id a por la muchacha del pueblo oscuro, estamos aquí por ella, ¡venga!
- Sí. – Respondieron los hombres a coro.
-¡Nailth! Entretén a los que puedas, del resto se encargará Lie. – Dijo Aelithia girándose hacia el hombre al que se iba a enfrentar. - ¿Puedo saber tu nombre?
- Reik, pequeña. – Respondió el hombre apuntando a Aelithia con la lanza. - ¿Y el tuyo?
- Lo sabrás sin necesidad de que te lo diga. – Respondió Aelithia mientras creaba una decena de espadas a partir de las sombras del suelo.
Empuñó una de ellas y aprovechó la luz de un relámpago para crear otra decena de espadas de luz.
- Vaya sorpresa, Aelithia, la princesita perdida. – Reik sonrió ante la oportunidad de comprobar si los rumores sobre las habilidades de la princesa eran ciertos.
Aelithia empuñó una de las espadas de luz y lanzó algunas de las que estaban en el aire contra Reik.
Éste las detuvo con su lanza y un muro de viento pero la luz de las espadas se intensificó y lo dejaron ciego durante un instante, en el cual Aelithia aprovechó para atacar con las dos espadas que llevaba en las manos.
El muro de aire que defendía a Reik absorbió el impacto y se lo devolvió a Aelithia, haciéndola salir por los aires contra un árbol.
La muchacha giró sobre sí misma y amortiguó el golpe con los pies, lo que aprovechó para lanzarse de nuevo contra Reik.
Sus armas volvieron a chocar.
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Mi cielo es la segunda vez que leo este fragmento, asi que espero con ganas uno nuevo.
ResponderEliminarごめん