Guao.... Realmente hace tiempo que no escribo... La universidad no deja mucho tiempo para nada y la inspiración es caprichosa y le gustan más las historias cortas de personajes para roles que seguir una historia más larga como puede ser esta...
Eso sí, en el instante en el que he vuelto a leer todo lo escrito (me sigo riendo de cada chiste malo) y cogido un cuaderno y boli, no he parado hasta tener medio capítulo más... Que publico antes de dejar de tener tiempo aunque mi cabeza ya está pensando la continuación.
Bueno, os dejo con ese fantasma llamado Nelphan que no sé si aún recordáis. (Seguro que eso es un duro golpe para él)
Mi querido y adorado público, sólo puedo contar con vosotros.
Gente que algún día cogerá este cuaderno y lo leerá, gente que tenga entre sus manos la edición publicada para ser comercial, gente que vea este relato en una obra de teatro o en una película... O ¿quién sabe? Tal vez algún día llegue a ser una serie de televisión.
A todos vosotros, gracias por estar ahí.
Sé que mientras escribo esto soy el único cogiendo este cuaderno, el único que sabe de su existencia, pero si me concentro un poco soy capaz de veros ahí, leyendo y pasando las hojas, escuchando cómo alguien os narra la historia, viendo cómo un guapo y atractivo actor me representa intentando alcanzar mi nivel de belleza...
Señores que adaptarán la historia para la gran pantalla, la pequeña o el teatro: bajo ningún concepto dejen que, llegados a este momento, mi apariencia sea representada como la de un chico desaliñado, cansado o histérico.
He de recalcar que mi pelo sigue tan bien peinado como de costumbre, no hay grandes ojeras bajo mis ojos, mi ropa sigue como recién planchada y este pequeño y prácticamente oscuro espacio no está acabando con mi cordura...
Tampoco acabo de dar un salto como un gato asustado al escuchar la voz de esa para nada preciosa muñequita de porcelana que se hace llamar Lily.
No está tan cerca... No suena en la habitación de al lado... No repite dulcemente mi nombre... Ni tampoco parece estar buscando este escondite en un lugar casi acertado...
Mis queridos amigos, mi adorado público, si nunca llegamos a conocernos debéis saber que siempre os he apreciado.
Recordadme y propagad mi historia...
Pero por favor, que no sea una desagradable leyenda urbana de esas que exageran o ridiculizan las historias.
O si queréis exagerar algo, por favor que sea mi hermoso aspecto y mi gran personalidad, o mis grandes hazañas en el campo de los sustos y espantar gente.
Adiós, mi querido público, esa hermosa y engañosa chica parece tener una idea de dónde me encuentro...
He sido muy feliz con vosotros.
Vale, vale, todos quietos, que os veo a punto de cerrar el cuaderno, libro, lector de libros electrónicos, apagar la televisión, salir del teatro o del cine.
¿A tantos medios ha alcanzado mi historia? Estoy orgulloso...
Actores que hagan de mi: aquí debéis de sonreír de forma orgullosa pero no tanto como para hacerme parecer repelente y creído, ¿de acuerdo?
¿Pero qué digo? Tal vez sea capaz de representarme a mi mismo cuando consiga una forma de salir de esta casa...
¿Qué? Un fantasma puede seguir teniendo esperanzas en su futuro, ¿cierto?
Me siento revitalizado después de escapar de las manos de la Muerte.
O como se llame el ente que se lleve la "vida" de los fantasmas.
En cuanto a cómo lo hice y dónde estoy... Mejor lo dejo para más hacia delante...
*nota añadida posteriormente: sigo sin querer recordar ése momento o muchos posteriores. Mis disculpas, querido público, algún día dejaré que se escriba una segunda parte narrando esos momentos*
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