Volvemos a cambiar de escenario y regresamos con Aelithia.
Se acabó la presentación de la situadión diez años después, comienza el vieje de regreso a casa.
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¿Ya os vais? – Preguntó Lie viendo cómo Aelithia salía de su habitación con una
mochila y vistiendo una capa de viajero con capucha. Era vieja y tenía el bajo
desgarrado pero, en caso de necesitarlo, podía ocultar perfectamente a
Aelithia.
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Sí, es mejor salir antes del amanecer, las calles de la ciudad estarán casi
vacías y prefiero no destacar al inicio del viaje. – Respondió Aelithia.
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Por Astaria, ¿cierto? – Supuso Lie. - ¿Os dirigís al reino del agua?
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Exactamente. – Respondió Aelithia dejando la mochila en el suelo. – Vamos a
intentar averiguar hacia dónde se han ido sus acompañantes.
Lie
asintió en silencio.
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No te preocupes, Lie. – Intentó calmarla Aelithia. – Tan solo vamos a hacer un
viaje al reino de la luz. Ha pasado mucho tiempo, no me reconocerán.
La
maestra no pudo evitar preocuparse por su alumna, pero era cierto que la niña a
la que había ayudado a escapar de la locura de un radical había crecido y ya no
necesitaba protección.
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Ten mucho cuidado, tenedlo ambas. – Añadió al ver que Astaria salía de su
habitación. – Aún quedan muchos radicales deseosos de que los miembros del
pueblo oscuro desaparezcan.
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Nefthelim. – Dijo Astaria situándose al lado de Aelithia. – Entre nosotros nos
llamamos Nefthelim, es el nombre que heredamos de nuestros antepasados que
vivían en otro mundo.
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De acuerdo. – Respondió Lie con una sonrisa. – El odio a los Nefthelim aún está
muy presente, hay muchos que os atacarán si os reconocen.
Aelithia
y Astaria prometieron tener cuidado, se colocaron bien sus capas, cogieron las
mochilas y salieron por la puerta.
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¡Nos vemos, Lie! ¡Te mandaré una carta cuando llegue a casa! – Se despidió
Aelithia agitando la mano mientras caminaba.
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¡Gracias por la hospitalidad! – Añadió Astaria entrando el bosque.
Las
dos chicas se dirigieron hacia el norte, llegando al reino del agua.
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